Te leo entre líneas enrevesadas,
descubriendo los deseos de tu alma,
tus alegrías, sueños y heridas,
oyendo el río que ha
fluido por tus mejillas,
escribiendo poemas con mis dedos
a caricias sobre tus costillas,
descubriendo que perderte
es mi peor pesadilla…
Como vasijas vacías…
Como vasijas vacías que ya no pueden
contener ni una brizna de alegría,
nos llenamos de grietas, perdiéndolo todo,
el amor, la cabeza, pensando en lo que haría,
lo que daría, por recuperarte,
no imaginas lo que intentaría…