Los días que no estuve me sabrán reconocer,
en el horizonte de entonces, después de perderme,
extraño volveré, lleno de recuerdos e ilusiones,
ignorando que se quedaron muy atrás,
en un alba que no tornará, junto con muchos sueños que
tristemente en el pasado sin cumplirse permanecerán…
Tus ojos arden…
Tus ojos arden apenas llega la medianoche,
vale la pena esperarte en soledad,
vale la pena el olvido por un instante
en tus brazos llenándome de felicidad;
lo único que deseo es amarte y entregarme,
olvidando que al amanecer, de nuevo te irás…
Te entrego mi alma…
Te entrego mi alma,
se diluye la calma,
la vida me deja de ser liviana,
no dejo de esperarte
mirando por la ventana,
me duele que cada día
estés más lejana,
grita mi ansiedad
que con nada sana…
Miro el reloj…
Miro el reloj,
te imagino pensando
en lo mismo que yo,
en estar pronto
contemplándonos en silencio,
diciéndonos con la mirada
esa ausencia cuanto dolió…
Repentino adiós…
Repentino adiós, el porqué,
la duda eterna me dejó,
no hubo explicación,
ni siquiera un atisbo
de qué ocurrió y porque
lo nuestro en un abrir
y cerrar de ojos murió…
Besos que se quedan a perpetuidad…
Besos que se quedan a perpetuidad,
del recuerdo nunca se van,
besos devorantes que en el tiempo se tatuarán,
resbaladizos del olvido se escaparán,
labios que sentimientos encontrados dejarán,
entre la tristeza de no volver,
y la nostalgia de saber que llegaron a suceder…
El amor muere con el tiempo…
El amor puede ir
muriendo con el tiempo,
como hojas de árbol
una vez que el otoño
les devora con su andar,
si las raíces no son fuertes,
al olvido se condenarán…
Adicto a tu cuerpo…
Arde el veneno,
me hice devoto a tu
néctar de terciopelo,
jugo adictivo que me
obsesiona por tu cuerpo…
El alma no entiende…
El alma no entiende de sexo,
se excita cuando una mirada
le acaricia tan profundamente,
que le cala incluso los huesos…
No pude esperar tras la ventana…
No pude esperar tras la ventana,
salí al balcón, la ansiedad me ganaba,
la calle vacía me desilusionaba,
sentía como la tristeza me abrazaba,
otra noche más que sin ti pasaba,
ojalá este abandono que me acompaña,
pronto terminara…