El amor poco a poco se murió,
el tiempo no paró, transcurrió,
no iba a detenerse para preguntar
porque lo nuestro no continuó,
sin embargo a mí me costó mucho,
demasiado, no podía ser diferente,
tu alma me abrazó, lentamente me
enseñaste a amarte, a sentirte, a adorarte,
¿cómo se borra un sentimiento tan profundo,
cuando este da sentido al latir del corazón?…
En mis letras te verás…
Si tan solo entre mis
letras quisieras ahondar,
en el misterio de mis sílabas
te llegarías a encontrar,
entre el laberinto de mis sueños
y los vestigios de mi realidad,
concebida en el final de la
antología de mi vida,
escrita te verás…
Cuando la noche…
Cuando la noche
me cubra con su manto,
la esperanza de un mejor
día se me habrá disipado,
dejaré de mirar por la ventana
esperando tu llegada y me
perderé en el insomnio de los
sueños no cumplidos que deseo
no se esfumen en el camino…
No sé si durará…
No sé si será recíproco, no sé si durará,
no sé si será eterno o el tiempo nos separará,
lo único cierto es que contigo
un destino quiero soñar,
que no tendremos un final dramático
y la vida del desamor nos salvará…
Quiéreme sin mañana…
Quiéreme sin mañana, sin temores, sin pasado,
esperando el alba, despertando con mi voz
en el trinar de la aves y dormida soñándome
en las historias que hemos escrito antes;
quiéreme sin mañana, palpando ese ínfimo
presente que nos dura apenas un instante,
ignorando que pasará, sacudiéndonos los miedos
de un futuro que no sabemos si llegará…
Despierto y me engaño…
Todos los días despierto y me engaño,
me convenzo de haberte olvidado,
pero al llegar la noche y verme
envuelto en tu ausencia,
me doy cuenta que no,
sigues gritando a través de la herida
que me dejaste profunda en el corazón…
Me duele mirarte…
Me duele tanto mirarte y saber que ya no te hago falta,
pensarte y tener la certeza que en ti me he perdido,
buscarte en todos lados y nunca encontrarte,
soñarte comprendiendo que se acabaron tus fantasías conmigo,
morir de ti, mientras yo he muerto en tu olvido…
Después de conocerte…
Después de conocerte,
poco fue el tiempo que
necesité para amarte,
ojalá así de fácil hubiera
sido el conseguir olvidarte…
Tus caricias en mi alma…
Cada noche me perdía en la zozobra de tu falta,
te buscaba en mis rincones y terminaba
por naufragar en una ausencia más acentuada,
me asfixiaba el silencio,
la herida se hacía más pronunciada,
ojalá pronto encuentre la manera
de olvidarme de tus caricias
que todavía siento en el alma…
Que guarda el corazón…
La madrugada
desnuda los sentimientos,
en la obscuridad, entre suspiros,
entre gemidos o en soledad,
se ilumina la razón y
descubrimos que guarda el corazón…