Hoy me permití pensar de nuevo en ti,
los momentos felices me contagiaron
una tristeza ineludible,
me sentí vulnerable,
una vez más me dolió todo lo que perdí,
verme caminando contigo en los atardeceres
que no regresarán me pesó en el alma
y el llanto no pude evitar…
No puedo tocar otro cuerpo…
Me dueles y no sé qué hacer,
ya no puedo tocar otro cuerpo
e ignorar que es no es tu piel,
y en el crepúsculo de ese encuentro
no dejo de pensar que no eres tú
ni te he de acariciar otra vez…