No dejo de pensar en usted,
en sus besos intensos,
en el roce de su piel,
en el manjar que bebí de su sexo,
en su mirada lasciva
sabiendo que explotábamos de placer…
Calma al corazón…
Pídele calma al corazón,
hay tempestades que
sobrepasan la razón…
La pluma es mi voz…
No dejo de pensar en usted,
en sus besos intensos,
en el roce de su piel,
en el manjar que bebí de su sexo,
en su mirada lasciva
sabiendo que explotábamos de placer…
Pídele calma al corazón,
hay tempestades que
sobrepasan la razón…