Cada vez que miro por la ventana,
lo hago con la esperanza de verte
aparecer por el umbral del camino,
ese que te vio marchar,
llevándote todo,
excepto mis plegarias en las que
cada día pido verte regresar…
No necesitaba…
No necesitaba de
alguien cualquiera,
precisaba de ti,
de tu magia
y lo que con el
profundamente
me hacías sentir…