Empezar de nuevo,
dejarse llevar por el viento,
por su deseo delicado,
incauto, incalculable, sin miedo,
sin medir el riesgo,
saltando al vacío sin soga,
prefiriendo el posible duelo,
a perdernos en un -ojalá-
o el -hubiera- que
perduraría en el tiempo…
Necesito que regreses…
Y en el eco
desesperado de tu ausencia,
es en donde me doy cuenta
que necesito que regreses
con urgencia…