Tu presencia se
desvaneció entre la noche,
diluyéndose con el tiempo,
no así tú en mis pensamientos,
que fuiste inevitable en mis recuerdos,
y ni el avanzar del reloj
pudo borrarte de mis sueños…
Tempestad del adiós…
Cada tormenta es
una herida al corazón,
cada tempestad
un triste adiós…