Frente a la noche, sueño con el cielo de tus besos,
lloviéndome caricias sobre las estrellas de mi piel,
respirando el mismo aire, dejando recuerdos
que se convertirán en plegarías cuando,
así como hoy, estés de mí tan irreconocible,
tan intangible, tan etérea, llenándome de suspiros
este corazón inmarcesible de tu amor…
¿Te repetirás en mis brazos?…
¿Te repetirás en mis brazos?
No lo sé,
pero en el crujido del viento,
tu nombre escucharé,
y en las sombras de mis ojos,
eternamente te encontraré…