Tus gemidos
rompen el silencio,
surcan por el eco
y se pierden en el viento,
dejando, beso a beso,
que discurra el deseo…
Nada me motiva…
Ahora nada me motiva,
con tu marcha definitiva,
me ha quedado una mirada esquiva,
sin ninguna alternativa,
mi alma acabó totalmente afligida…