El verano dijo adiós con la hojarasca,
de igual manera que tú te marchaste,
sin despedirte, dejándome en la vida
como un fantasma,
roto, muerto, sin ti, sin alma…
En dónde nos encontramos…
<¿Hacia a dónde vamos?>,
constantemente nos preguntamos,
olvidando lo importante
que es en dónde nos encontramos…
Sueño con tus besos…
¡Qué profundos son mis sueños
cuando te cuelas en ellos!
La fantasía de tus besos
me hace despertar pensando
que no estamos tan lejos…
En la soledad me acompañas…
Te pienso a obscuras
y se enciende la luz
de mi corazón,
a pesar de la distancia,
en la soledad
me acompañas…
Amargo adiós…
El amargo adiós,
querer detenerte
mientras te marchas,
pero no hacerlo
porque sé que te vas a
un lugar de menos dolor…
Yo pertenezco…
Yo pertenezco
a ese lugar remoto
en el que habitas
sin mí…
Lejos estarás bien…
Te quise detener,
pero a mitad del intento,
cambié de parecer,
pensé que si querías irte,
es porque lejos de mí
estarás bien…
¿Te podré olvidar?…
¿Cuántos labios más debo probar,
para convencerme que de ti
no me podré olvidar?…
Esperanza de amarnos…
Breve fue mi dicha, el tiempo transcurrido
entre tus sábanas blancas,
tu cintura y tu sonrisa fue efímero
y fue consumiendo mi sangre
y mis ansias de tenerte,
perdiéndose en la brisa sin decirme adiós,
dejándome solamente la esperanza
de que alguna vez más
volverás para empezarnos a amar…
Navegantes buscando el amor…
Navegantes en busca constante del amor,
a veces acorralados, perdidos a la deriva van,
y cuando lo encuentran, regresan a la orilla,
sabiendo que un tesoro acaban de encontrar…