Nos acechaban, a tientas,
los miedos feroces que el pasado nos provocó,
sin embargo, como dos locos enamorados
dejamos de lado las inseguridades,
para amarnos sin importar todos los temores,
anteponiendo al destino que nos unió…
La pluma es mi voz…
Nos acechaban, a tientas,
los miedos feroces que el pasado nos provocó,
sin embargo, como dos locos enamorados
dejamos de lado las inseguridades,
para amarnos sin importar todos los temores,
anteponiendo al destino que nos unió…
Deja una respuesta