Llegué a ti sin saber que me esperaba,
no fue una casualidad, porque entre la multitud,
me encontré con tus ojos, y en la distancia,
nos dijimos algo con la mirada,
algo que el destino quería que supiéramos
al hacernos coincidir, una caricia etérea
que hasta el día de hoy, no he dejado de sentir…
El tiempo pasa…
El tiempo pasa,
y yo sigo aquí,
con la paciencia impaciente
de quien espera a alguien
que no llegará jamás…