Tus caricias eran un mar
desbordando deseo,
pasión, calor, un caudal
indómito que nacía
en tus manos y ardía
en las ganas de ti
que tenía mi piel…
La pluma es mi voz…
Tus caricias eran un mar
desbordando deseo,
pasión, calor, un caudal
indómito que nacía
en tus manos y ardía
en las ganas de ti
que tenía mi piel…
Deja una respuesta