¿Cómo le explico al corazón,
que esta vida mía es una prisión,
en la que he perdido
el camino y la dirección,
lejos de tus manos que rieguen
sobre mi piel toda su pasión?…
El corazón aguarda…
El corazón todavía aguarda,
con la ilusión de antaño,
los sueños intactos
y la esperanza de que regresarás
en algún momento a mi lado…