Me llueves,
desde lo más profundo de tu sexo,
el placer de tu cuerpo hecho carne,
tierra fértil en donde se ensalzan mis deseos,
destino de mis caricias ardientes,
perdiendo la cordura lentamente…
Escribo para llegar a ti…
Me gusta escribirte
y dedicarte palabras,
porque pueden llegar
a todos esos lugares
a los que soy incapaz de ir,
por ejemplo, a ti…