La muerte se equivoca,
se lleva sólo nuestro cuerpo,
nuestra presencia,
pero habitamos en todos los momentos
que siempre vivirán en los recuerdos,
en aquellos que nos extrañarán,
en el sentimiento que por nosotros perdurará…
Adiós…
Cuanto lamento haberte perdido,
me desprecio por no ser lo que tenías merecido,
ojalá hubiera aprovechado el tiempo contigo,
me duele tanto que hayas partido…